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sábado, 30 de octubre de 2010

Las conversiones + Tener hijos en el siglo XXI

Gaudí tenía una intención evangelizadora con el proyecto. ¿Tiene noticia de casos concretos? Conversiones (aparte de la conocida del escultor Etsuro Sotoo), descubrimiento de la vocación cristiana...

No tenemos un censo de conversiones... A veces observo cómo muchas personas se ven impregnadas del espíritu que genera la arquitectura gaudiniana. Realmente, la ves en una reflexión que va más allá del quedar pasmado por la altura o la forma artística. Me parece que esta interpelación que crea este ambiente de Gaudí es el camino que él quería: que a través del arte de la piedra una persona se pudiese elevar hacia la contemplación de Dios.

¿La visita del Papa impulsará el proceso de beatificación de Gaudí?

El proceso sigue las normas de la Sant Sede. La venida del Papa, por otro lado, es cierto que sustenta la obra de Gaudí y su persona, y supongo que ayudará a que la causa se agilice.



Fragmento de entrevista realizada a Joan Rigol por José Mª Navalpotro en "Mundo Cristiano".




PENSANDO UN POCO MÁS...

Tener hijos en la Europa del siglo XXI.
 
"Para un extraño, esta Europa parece cansada, más aún, da la impresión de querer despedirse de la historia. ¿Por qué están así las cosas? Esta es la gran pregunta. Seguramente las respuestas son muy complejas. Antes de buscar esas respuestas es necesario dar las gracias a los numerosos matrimonios que también hoy, en nuestra Europa, dicen "si", al hijo y aceptan las molestias que ello conlleva: los problemas sociales y económicos, así como las preocupaciones y trabajos de cada día; la entrega necesaria para abrir los hijos el camino hacia el futuro.

(...) Aludiendo a estas dificultades tal vez se hacen un poco claras las razones por las que a muchos les parece demasiado grande el riesgo de tener hijos. El niño necesita atención amorosa. Esto significa que tenemos que dar parte de nuestro tiempo, del tiempo de nuestra vida. Pero precisamente esta "materia prima" esencial de la vida -el tiempo- parece carecer cada vez más. El tiempo de que disponemos parece insuficiente para nuestra vida: ¿cómo podríamos cederlo, darlo a otro? Tener tiempo y dar tiempo es para nosotros una manera muy concreta de aprender a entregarnos a nosotros mismos, de perdernos para encontrarnos.
Discurso de Benedicto XVI a los cardenales, arzobispos, obispos y prelados superiores de la Curia Romana, Viernes 22 de diciembre de 2006.


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