La estrella + ¿Para qué escuchar?

La manera de expresarse en el mundo terrenal nos muestra que toda estrella es siempre un elemento que pone en contacto a los dos mundos, el de aquí abajo y el de allá arriba

La estrella del Nacimiento es la señal del cielo para los habitantes de aquí abajo que anunciaba el nacimiento del Mesías, el Hijo de Dios.

Hay varias teorías sobre ella, pero según las últimas hipótesis se trató de una supernova y de una triple conjunción Júpiter - Saturno, que tuvo lugar en el año 7 a.C. en la constelación de Piscis. Tenía que ser en esta constelación, porque como es sabido, Jesucristo es el avatar de la era astrológica de Piscis. Lo que sí es seguro es que era un mensaje del cielo a los mortales.

En la fachada de la Sagrada Familia, la estrella está en posición central y cenital respecto al conjunto del Nacimiento, y por tanto indica una clara correspondencia entre el plano celestial y el plano terrenal.

La composición de este conjunto escultórico dibuja el eje padre - madre - niño - estrella, que subraya la identificación entre el Niño y la estrella. Es, pues, el centro del universo o eje espiritual del mundo.

Podemos decir que con el Nacimiento del Niño Jesús se produce simbólicamente la creación del primer templo.

 

PENSANDO UN POCO MÁS...
¿Para qué está la Iglesia? ¿Para qué escuchar lo que dice si yo pienso distinto y cada uno elige su opción en la vida? 

“A mí siempre me impresionan las palabras de san Pablo en su discurso de despedida a los sacerdotes de Éfeso (él ya sabía que en Jerusalén le esperaba la cárcel). “Os he anunciado –declaró- toda la voluntad de Dios. No os he escatimado nada, ni he procurado hacéroslo más cómodo. Tampoco he intentado daros mi propia fórmula, sino que os he anunciado la voluntad de Dios”. 

De hecho, para esto está la Iglesia.”

Benedicto XVI. Dios y el mundo, p. 58