La Sagrada Familia, una nueva Arquitectura.
Antoni Gaudí no siguió los pasos de otros arquitectos o movimientos académicos. Libre de todo prejuicio y obligado por tempranas afecciones reumáticas, abrió los ojos a las maravillosas formas que la naturaleza ensayaba con acierto desde hacía millones de años. Estas formas son bellas a la vez que útiles, sin desligar una cosa de la otra. La conclusión de Gaudí era muy simple. Si el arquitecto busca la funcionalidad en sus obras, acabará hallando la belleza. Si busca directamente la belleza, sólo conseguirá encontrar la teoría del arte, la estética o la filosofía, ideas abstractas que a Gaudí no le interesaron nunca. Y lo resumía diciendo “la belleza es el resplandor de la verdad”.
Siguiendo este principio de búsqueda de la “belleza objetiva” como la denominaron sus discípulos y colaboradores, formula una singular propuesta arquitectónica que, mediante la utilización de la geometría reglada, que advirtió de forma abundantísima en la naturaleza, funde estructura y decoración de la misma forma que ocurre en los árboles, plantas o animales. Gaudí decía que “la originalidad consiste en volver al origen” y el encontró este origen en la naturaleza, maestra de todas les ciencias i artes, donde reconoció la obra de Dios, Supremo Creador.
Gustavo García Gabarró, doctor arquitecto. Vicepresidente Amics de Gaudí.
PENSANDO UN POCO MÁS...
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La verdad
La verdad no destruye, sino que purifica y une.
Caminos de Jesucristo, p.73
La verdad no destruye, sino que purifica y une.
Caminos de Jesucristo, p.73
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