ALEJADOS DE DIOS
“Un comentario hiriente, un gesto de desprecio, una alusión…yo lo hubiera detectado enseguida; pero nunca lo dijo. El Padre nunca hablaba de política: quería y rezaba por la paz y por la libertad de las conciencias; deseaba, con su corazón grande y abierto a todos, que todos volvieran y se acercaran a Dios. Y sufría cuando escuchaba una valoración exclusivamente política de aquellos sucesos, olvidando la cruenta persecución religiosa y los numerosos sacrilegios que se estaban cometiendo”.
Dios y audacia. Mi juventud junto a San Josemaría, pag 171. Julian Herranz. Ed Rialp 2011
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